Temario

Este año el tema principal de las 25 preguntas nuevas del examen versará sobre Aristarco de Samos, quien para muchos fue el geómetra más audaz de la antigua Grecia. Se le recuerda no tanto por haber demostrado teoremas complicados, sino por haber propuesto el modelo heliocéntrico casi dos mil años antes que Copérnico.

Su propuesta no era una simple ocurrencia para contrariar a los seguidores de Aristóteles que consideraban a la Tierra como el centro del Universo. De hecho, Aristarco mismo hizo sus mediciones pensando en el modelo geocéntrico, el único que existía en su tiempo. Tal vez muy a su pesar tuvo que oponerse al modelo de Aristóteles, pero no le quedaba otra alternativa dadas sus mediciones del tamaño de la Luna y del Sol y de sus distancias a la Tierra.

En forma implícita el modelo geocéntrico supone que la Tierra es más grande que la Luna y el Sol. De hecho, si nos atenemos solamente al tamaño aparente que tienen en el cielo no podemos conocer sus dimensiones reales. Y es que el tamaño aparente de cualquier objeto cambia con la distancia a la que se encuentre. Una Luna y un Sol mucho más pequeños de los reales pero a menor distancia los veríamos en el cielo igual que a los reales.

La creatividad de Aristarco tenía que concentrarse en cómo calcular las dimensiones reales de la Luna y el Sol tomando en cuenta la distancia a la que se encuentran. El problema era que tampoco se sabía la distancia a la que se encuentran. De ahí la audacia de Aristarco: intentar medir lo que nadie había medido porque no se podía medir. ¿Cómo lo hizo?

Esto es lo que queremos transmitir en esta olimpiada, que muchos problemas que parecen imposibles terminan por resolverse con ingeniosas combinaciones de razonamientos y observaciones. Lo más impresionante de este caso es que Aristarco resolvió sus problemas con no más matemáticas que las que se enseñan actualmente en secundaria y a lo más en preparatoria.

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